Gente que cuenta.

Gente que cuenta.

Este es un libro lleno de personas que nos inspiran con sus historias. Y lo hacen gracias a una periodista que consigue que nos las cuenten.

Estas casi 500 páginas, recogen 27 entrevistas a personajes de todo tipo, desde escritores como David Foenkinos o directores de cine como Isabel Coixet hasta editores como Jacobo Siruela o profesionales del mundo del diseño y la arquitectura (la especialidad de la autora): Patricia Urquiola, Miguel Milá, Reem Koolhaas…

Antes de meterse en harina, en las primeras páginas del libro, Zabalbeascoa nos adentra en el arte de entrevistar y nos habla de sus más de 30 años “haciendo preguntas” como ella misma dice. 

Algo que me gusta especialmente de este libro (aparte, lógicamente, del interés de las propias entrevistas) es que la autora nos cuenta esas pequeñas historias que hay detrás de cada una de ellas. Es como si nos permitiera pasar detrás de las bambalinas, algo que ella siempre evita en sus artículos para la prensa porque, tal como establece la guía de estilo de su periódico: “Las dificultades para conseguir la noticia no deben formar parte de la noticia”

Y hablando de lo que se cuece para llegar hasta el entrevistado, recuerdo especialmente las dificultades a las que cuenta que se enfrentó en una de sus entrevistas a la arquitecta Zaha Hadid, la primera mujer que llega a la cima de la arquitectura mundial por sus propios méritos (sin ser la mujer de un arquitecto famoso)

Zabalbeascoa entrevistó en varias ocasiones a la diva de la arquitectura y, como nos dice en su libro: “las entrevistas con ella siempre fueron difíciles al principio y fáciles cuando la tenías delante” La entrevista que recoge en estas páginas se la hizo aquí en Madrid. A las 2 de la madrugada recibe un mensaje cambiándole la hora. A las 8 vuelve a retrasarse. La autora decide irse al hotel y espiral allí, finalmente, la entrevista tiene lugar a las 2 de la tarde. Durante la entrevista, su jefe de prensa le comentó que iban a perder el slot para su avión privado. Zabalbeascoa dijo que lo hizo callar sin una sóla palabra, fulminándolo con la mirada.

Como dice Antonio Muñoz Molina en la contraportada del libro: “En un mundo en el que nadie escucha y nadie tiene tiempo, una buena entrevista es una rareza” Este es un libro lleno de rarezas. De encantadoras rarezas.