Amigo es una historia muy especial. O mejor: son dos historias en una. En las dos, la palabra amigo (con y sin mayúscula) juega un papel esencial.
Inés Sánchez Cruz, la protagonista de esta historia, es una poeta y profesora mexicana de 53 años que da clases en la Universidad de Milwaukee, en EEUU y que, podría ser, perfectamente, un alter ego de la propia Merino.
Ines viene a España para dar clases en un taller de poesía. Estando ya en Madrid, recuerda sus tiempos jóvenes en la ciudad (años atrás hace aquí su doctorado, viviendo en la Residencia de Estudiantes, donde también se aloja ahora)
Por pura casualidad, le surge la posibilidad de acceder al archivo personal del poeta Joaquín Amigo, miembro de la generación del 27, amigo de Lorca, desaparecido al comienzo de la guerra civil y del que hasta el momento se conocía muy muy poco. Curiosamente, esto que sucede en la novela, ocurre también en la realidad, y es la propia Ana Merino la que hace en la realidad, esta investigación que la autora nos cuenta en su novela.
Mientras Inés se encuentra en Madrid, repasa los últimos años de su vida, las luchas de poder dentro de la universidad (que le han dejado muchas cicatrices). Cicatrices causadas, además, por un supuesto amigo. Esta historia, que termina de una manera sorprendente, es una mezcla perfecta de ficción y hechos reales. Un canto a la esperanza, al poder sanador del arte y la literatura y, sobre todo, a la amistad.